Nos dimos cuenta de que la ciudad no era lo nuestro y hace más de 25 años que decidimos quedarnos a vivir en Las Monjas, una pequeña aldea de Venta del Moro y construir aquí nuestras vidas sincronizándolas con el ciclo de la vid y la elaboración del vino, como la mayoría de los que aquí vivimos.

En la aldea la plaza es el lugar más emblemático, con la Iglesia, las antiguas escuelas convertidas ahora en el centro social y, enfrente de ellas, un caserón enorme, con mucha historia pero en estado ruinoso. En venta durante muchos años, nadie se hacía cargo y no podíamos soportar que un día se perdiera esta joya delante de nosotros. En 2014 nos atrevimos a comprarlo pensando que algún día lograríamos recuperarlo y reutilizarlo abriendo sus puertas y ventanas.

Y así nace Casa del Carmen, 10 años después como un proyecto de vida y superación. Como un sol que nace cada día para iluminar la vida.